El hotel Best Western Mayorazgo, en plena Gran Vía madrileña, fue el escenario de un lujoso pase de ‘Esto no es un Cluedo’ con motivo de la despedida de soltero de Héctor. Aunque nuestro hombre era un novato en lo que se refiere al rol en vivo que, sin embargo, ya había jugado al rol pen-and-paper de toda la vida. Nuestra desenfrenada fiesta incluyó nuestro clásico juego en una sala reservada, barra privada y una suculenta cena. Antes del evento, los amigos de Héctor —que se habían preparado para el día con semanas de antelación— se emboscaron en la recepción del hotel disfrazados de personajes de los años 20 después de citarse con el homenajeado. Uno de nuestros secuaces fue a abordar al desprevenido soltero a la salida del metro de Santo Domingo, profiriendo voces de alegría por un supuesto reencuentro y ataviado como un auténtico “sheik”…
¡Hola! Cuéntanos algo de ti…
Me llamo Héctor y soy un soñador, así que Despertalia me vino muy bien, jajaja. Me encanta la fantasía y ciencia ficción, laboralmente me dedico a la edición de vídeo y los motion graphics, y me gustaría tener más tiempo para leer y escribir.
¿Cómo fue Esto no es un Cluedo, tu primera experiencia con Despertalia?
Muy divertida. Fue mi despedida de soltero (lo siento, chicas, llegáis tarde) y la disfruté mucho, con todos mis amigos. Fue mi propio “Un cadáver a los postres” y me lo pasé como un niño pequeño.
¿Cómo fue el primer contacto con nosotros? ¿Pasó algo digno de mención?
Mi primer contacto fue un extraño hombrecillo que parecía sacado de una novela de Agatha Christie o de una máquina del tiempo, que me pegó un abrazo y me dijo que todos los demás ya me estaban esperando. No sabía qué tipo de sorpresa me esperaba y fue genial dejarme llevar y aprender sobre la marcha “de qué iba aquello”…
¿Cuál fue tu impresión al llegar al lugar del evento?
Muy buena. Todos mis amigos vestidos de época fue un impacto, y ya cuando vi que tenían un traje preparado para mí fue un subidón.
¿Cuál fue tu impresión cuando terminó todo?
Me quedé exhausto como si acabara de terminar de representar una función de teatro, porque teníamos una cuenta atrás y no había forma de resolver bien el crimen. Me metí muchísimo en la historia, y al acabar fue como si, efectivamente, despertara.
¿Es la despedida que te esperabas?
No, para nada, y creo que no habría podido estar mejor que como fue (bueno, sí, unas cabareteras años 20 le habrían dado un punto, jajaja).
¿Te resultó complicado meterte en la historia? ¿Cómo fue tu interacción con el grupo?
No, para mi sorpresa no. Soy una persona tirando a tímida de entrada, me bloqueo si no me siento preparado para algo o no sé qué va a ocurrir. Pero para mi propio asombro me costó apenas diez minutos meterme del todo en mi papel.
¿Habías hecho algo de esto antes (juegos de rol, aventuras temáticas, teatro)?
Sí, había jugado a juegos de mesa, juegos de rol (aunque no soy un fan letal) y teatro hice un par de veces cuando era más joven.
Sin revelar demasiado de Esto no es un Cluedo, ¿cuál fue el mejor momento del juego para ti?
La llegada al sitio, con la música, su atmósfera, el gramófono, la mesa de póquer… el comienzo fue muy bueno. Y luego a nivel de juego me pareció muy intenso cuando nuestros personajes empezaron a “chocar”, pues sus fines eran diferentes y excluyentes, y “discutía” con mis amigos, cuando estábamos todos metidos tanto en el papel que ya hablaban nuestros personajes y no nosotros mismos.
¿Qué juego de nuestro catálogo te gustaría probar a continuación?
Me resulta interesante el de Flashback, aunque creo que haría la Épica del Hierro por ser al aire libre (eh, y hay espadas). También me hace gracia el del Rock-Ola, puede ser muy loco. Y por supuesto el de Sherlock Holmes, pero como es parecido al Cluedo lo dejaría para la 3ª vez, seguramente.
¿Qué le dirías a la gente que todavía no se atreve a probar los juegos de rol en vivo?
Entiendo que de entrada “asuste” porque no saben bien cómo va a ir, pero la experiencia es tan buena que deberían dejarse llevar y aventurarse. Lo recomendaría a cualquier tipo de gente y de edad.
¡Muchas gracias y mucha suerte en tu nueva aventura, Héctor!