Las partidas de un solo jugador en los juegos de rol son una experiencia fantástica y son algo que todos los jugadores deberían deberían vivir alguna vez. Es un momento de profunda intimidad donde el personaje está, por lo general, solo y donde la interpretación es la estrella. ¿Qué tienen de particular estas partidas? Vamos a dar unas pautas al director para hacer de ellas algo inolvidable.
¿Cómo es el jugador?
Como bien sabemos, los personajes son en mayor o menor medida un reflejo de nuestras pasiones, inseguridades e inquietudes, luego debemos meditar cómo es el jugador. Es decir, ¿con qué tipo de situaciones se siente cómodo?, ¿cuáles fueron los momentos en los que vivió un conflicto?, ¿y aquellos en los que se emocionó?
Pregúntate qué lo conmueve según su carácter. ¿Estudia, trabaja, ambas cosas, ninguna?, ¿tiene pareja o no?, ¿familia?, ¿es introvertido?, ¿ha sido padre o madre hace poco? Reflexiona y anota los 5 puntos más destacados de su carácter.
Pregúntate qué objetivos vitales tiene. ¿Desea encontrar un mejor empleo?, ¿ser feliz?, ¿formar una familia?, ¿tal vez conseguir dinero para viajar? Medita sobre estos puntos y anota los cinco más relevantes.
Pregúntate por su comportamiento fuera de las partidas. ¿Es introvertido o extrovertido?, ¿solitario o sociable?, ¿callado o hablador? Para hacerlo más sencillo recuerda las últimas cinco veces que os habéis visto e intenta rememorar esos momentos. Toma nota sobre su forma de actuar, basta con 5 aspectos.
Pregúntate por su comportamiento dentro de las partidas. ¿Participa en las discusiones o es tímido?, ¿se somete a las decisiones de los demás o no?, ¿se relaciona sin problemas con otros personajes?, ¿comparte sus descubrimientos con los demás?, ¿ha contado algún secreto de su personaje?, ¿cómo se mete en las partidas?, ¿cómo interpreta?, ¿interpreta a alguien muy distinto a él o ella? Anota los cinco puntos que consideres más importantes.
¿Cómo es el personaje?
Piensa en el comportamiento del personaje tal como lo definió en un principio. ¿Cómo lo describió inicialmente?, ¿tiene su personaje familia?, ¿cómo era su historia inicial?, ¿es un personaje pacífico? Toma nota de algunos de las características que usó para describirlo.
Reflexiona sobre cómo se comporta su personaje ahora y cómo ha cambiado. ¿Por qué ha cambiado?, ¿qué le ha hecho ir por el camino que ahora transita?, ¿está solo o tiene familia?, ¿cómo se relaciona con el resto de sus compañeros? Anota alguna de estas reflexiones, las que consideres más relevantes.
Toma nota de las motivaciones del personaje. ¿Busca únicamente el poder y la riqueza o hay algo más?, ¿busca no estar solo?, ¿tiene algún objetivo vital?, ¿alguna némesis lo persigue de forma incansable?, ¿qué es lo que desea en lo más íntimo? Anota esos puntos.
¿Cómo es la partida?
Piensa si la partida va a ser parte de la historia que ya estáis jugando o no. Es decir, piensa si su desarrollo va a afectar al resto de los jugadores o si ésta es algo que acaba y empieza en el personaje.
En aquellas partidas en solitario que son parte de un todo que afecta a más personajes es recomendable introducir toques personalizados que hagan que el jugador se sienta más identificado. Busca dentro de los puntos anteriores detalles que le permitan sentirse aún más protagonista de la historia. Pueden ser detalles relacionados con su historia personal original o con el desarrollo de su vida o, también, algún detalle que sepamos que le impresionará por sus motivaciones y comportamientos.
Si la partida está totalmente desarrollada para ese jugador debemos tomar todas las notas que hemos obtenido para darles forma en una narración en la que el jugador se sienta absolutamente protagonista y que, probablemente, sea totalmente inolvidable. Hay muchos ganchos que se pueden usar en este caso pero podríamos hablar de un viejo amor, un familiar, una deuda de honor u otro tipo, alguien al que se creía muerto, una promesa a cumplir, un sueño olvidado, un antiguo enemigo o un amigo que ha cambiado, el resurgir del amor, la muerte, la enfermedad y un largo etcétera.
Al final, con todas las notas que habremos tomado estaremos en posesión de una serie de claves que podrán hacer de esa partida una experiencia totalmente inolvidable.
Y ahora, cuéntanos, ¿cómo fue aquella partida en solitario en la que emocionaste a tu jugador? ¿O más bien viviste una partida en la que tú mismo acabaste llorando?