¿Quién es Alba Calvo Valero? Toma nota de su prometedor nombre porque a sus trece años, y pese al buen nivel literario de este año, se ha convertido en la ganadora del II Concurso Literario Eterno Lovecraft con su relato inspirado en ‘La sombra sobre Innsmouth’. El autor Daniel P. Espinosa nos ha entregado un lote de libros que se unirá a la antología ‘Donde reside el horror’ cedida por Edge Entertainment. Nuestra felicidad y la de su papá, director de juego habitual en nuestra tienda, casi igualan a la satisfacción de esta joven rolera y lectora. ¡Esperamos que este sea el primero de una larga lista de éxitos literarios!
Relato ganador Eterno Lovecraft 2018
Relato sin nombre, por Alba Calvo Valero.
Tras el fallecimiento de su madre, Miguel fue enviado a vivir con su padre. Al llegar al pueblo, le sobresaltó el aspecto de los habitantes. Pensó que podrían ser raros por vivir en un pueblo de Galicia bastante alejado de la civilización.
Su casa no fue una excepción. Todos eran feos y tenían la piel rugosa.
Su padre le preguntó:
—¿Hasta cuándo te quedas?
El chico pensó que su padre bromeaba, pero igualmente respondió:
—Mamá ha muerto. Voy a vivir aquí.
Un brillo cruzó la mirada de los presentes. Miguel ahogó un grito. El fondo de sus ojos era amarillo en vez de blanco.
A la mañana siguiente, su ropa desapareció y fue sustituida por unos simples harapos. Ese día decidió explorar. Llegó a la antigua biblioteca con intención de estudiar, ya que había abandonado las clases. Sus ojos se fijaron en varios libros, y se pasó el día leyéndolos.
Por la noche escuchó gritos y ruidos, pero pensó: “Deben de ser unos borrachos”. No les prestó atención.
Al día siguiente su mente divagaba, así que volvió a la biblioteca.
—Algo raro pasa en este pueblo —dijo para sí—, y he de averiguarlo.
Encontró un libro llamado “Hechizo Arcano”. Contenía conjuros y magias antiguas. Pasó el dedo por el índice y escogió el capítulo “Profundum Hechizorum”, que trataba sobre la magia de los Profundos. Leyó que los Profundos eran criaturas con una vaga apariencia humana. “Todo esto es un pueblo de Profundos”, pensó entonces.
El hechizo fue el que le dio la clave. Hablaba de un ritual tras el cual un humano era convertido en un Profundo a su elección. Ataban a la víctima a un objeto pesado. Posteriormente lo tiraban al mar mientras repetían el mismo verso: “Profundum Resurrectum”, hasta que la criatura emergía del agua una vez transformada.
Levantó la vista del libro, y lo noquearon.
Su padre lo miró, apenado:
—Hijo, perdóname, pero la resurrección del señor de los Profundos es demasiado importante.
Al despertar, se encontraba amarrado a un ancla. Fue lanzado al mar.
Su piel comenzó a arder. Fue sustituida por escamas.
Él era uno más.